Bill Gate realiza su primera
inversión conocida en España con la compra de un 6 % de FCC. España se ha convertido
en un mundo de oportunidades a bajo coste.
España está barata, aún muy
barata para una masa de dinero caliente que busca activos rentables donde
instalarse. Eso explica la retahíla de inversiones que están llegando en los últimos
meses. Al fundador de Microsoft no le ha costado mucho más de 113 millones de
euros convertirse en el segundo accionista de FCC, por detrás de Esther Koplowitz, dado que la compañía ha visto caer
su precio en picado con el declive: las acciones se han vendido a 14,8 Euros,
más del doble que el pasado abril, donde tuvo un precio de 6,6 Euros pero años
luz de los 83,9 Euros de lo llego a cotizar una acción de esta compañía en la
bolsa española, en aquellos tiempos el paquete de acciones comprados estas
semana por el magnate le hubiera salido por 587 millones de Euros.
La zona euro apenas despierta
temores hoy por hoy, quizás porque haya habíamos tocado fondo y después de grandes
caídas de la bolsa solo que dan con cotizaciones al alza algunas grandes y
buenas compañías y Espala está ajustado sus cuentas. El interés de los
inversiores también lleva meses dirigido a otras grandes empresas cotizadas, la
deuda pública e incluso bienes inmobiliarios a precios de derribo: la bolsa
sigue aún casi en un 40 % de por debajo de lo que fue su récord previo a la
crisis, cuando alcanzó los 16.000 puntos, pese a que acumula ganancia del 22 %
en lo que va de año del 2013. Los bonos pagan un diferencial respecto a la bolsa
alemana de 240 puntos básicos o 2,4 puntos porcentuales, casi la mitad que hace
un año, pero en 2008 era unos 25 puntos básicos de sobreprecio. La vivienda,
por otra parte, ha bajado un 37% en términos reales desde que comenzó la crisis financiera.
La entrada de Gates en FCC
representa una confirmación de la recuperación de la economía tanto a nivel de
país como de empresa, pero la euforia es peligrosa.
Hay una reactivación de la economía
financiera, pero no de la productiva (trabajo), algo que sigue estancada y con
un 26 % de paro, la que muy significantemente suele bautizarse como economía
real. Según los datos del primer semestre del año, los últimos disponibles, la inversión
extrajeran productiva en España se ha mantenido a un nivel similar al del mismo
periodo del 2012, que registro la caída del 56 % respecto al 2011. Jaime
García-Legar, Secretario de Estado de Comercio señaló en un acto en Madrid que
espera que las cifras del segundo semestre sean claramente mejores que las del
primer ejercicio de este año, palabras que lejos de dar seguridad y
tranquilidad a los españoles dan la sensación de palos a ciegas ¿Qué es eso de
esperar?.
Por otro lado Bill Gate no va
perdido en sus acciones, el presidente de Analistas Financieros Internacionales,
Emilio Ontiveros señala “FCC, no estaba
cara si la comparas con otras compañías de su sector en otras latitudes”. Estas
declaraciones son a razón del precio de las acciones de FCC cuyo valor en Bolsa
es un 79 % inferior al de su máximo, es fácil esperar que solo le cabe subir de
valor en los próximos ejercicios.
FCC no es la única empresa
española que cotiza en Bolsa cuyo accionistas proceden del extranjero: Bankia
vendió su 12 % de Mafre entre inversores institucionales a finales de
septiembre con un descuento de tan solo 3,8%; Banco Sabadell incorporó dos
grandes fortunas Jaime Gilinski y el empresario mexicano David Martínez, ampliación
de capital.
La incorporación de nuevos
inversores extranjero a la Bolsa española es debido a a la que Europa y España
tiene fama de haber hecho sus deberes, pero el problema es ahora conseguir que
ese dinero caliente se convierta en dinero productivo, la recuperación de los
mercados suele adelantarse a la de la de la economía productiva pero este caso
el lapso entre una y otra puede ser demasiado longeva. Así como la mejora del
mercado ha sido muy rápida la volatilidad de la misma es muy elevada, porque
puede distar mucho entre la reactivación real y tampoco se puede asegurar a
donde va a parar eso dinero en tos próximo tres o cuatro meses. Es tan
arriesgado retroalimentar la euforia como el pánico.
Los grandes riesgos de la decaída
de la Bolsa están ahí fuera, la economía de EEUU, frenado del crecimiento de
los países emergentes, pero la ola de recursos generada por una etapa de
expansión monetaria sin procedentes van a seguir de momento buscando
oportunidades en España.
Antonio Paulino García Jiménez.
Fuentes:
http://economia.elpais.com/economia/2013/10/22/actualidad/1382474914_135114.html